El Instituto Nacional de Vías (Invias) declaró la caducidad del contrato de las obras del Túnel de La Línea adelantado por la Unión Temporal Segundo Centenario, en cabeza de Carlos Collins, por incumplimiento, ya que las obras debían haberse entregado el pasado 30 de noviembre.
«Dado el estado actual del estado de la obra se ordena dar caducidad a dicho contrato», señaló Carlos García, director de Invias, agregando que se han dado un sinfín de irregularidades en las obras.
La caducidad se declaró luego de la lectura del fallo por parte del director de Invias en la que además se mencionó que no habrá indemnización para la compañía contratista Unión Temporal Segundo Centenario (Utsc), que además tiene a su cargo el megaproyecto de la vía que uniría al centro del país con Buenaventura.
En la audiencia que fue la número once se señaló que sólo el 74% de las obras que obedecían a la segunda etapa han sido ejecutadas.
El Invías solicitó que se haga un dictamen pericial financiero para que se establezca cuáles son los impactos que podría generar esta caducidad y si se necesitará o no una inyección de recursos adicionales.
«Caducidad de contrato obedece a intereses de Vargas Lleras»
Durante la lectura de la decisión del Instituto Nacional de Vías que dictaría la caducidad del contrato de la compañía contratista encargada de las obras del Túnel de La Línea, Carlos Collins, representante el consorcio Unión Temporal Segundo Centenario (Utsc) que tiene a cargo la construcción de la obra, aseguró que la decisión de dar fin a sus labores se tomó porque el vicepresidente de la República, Germán Vargas Lleras, así lo quería.
«Esa decisión ya estaba tomada de hace tiempo porque el Vicepresidente ya había dado la orden hace como una semana cuando salió a los medios a decir que teníamos siete meses de estar paralizados y que no habíamos hecho nada, afirmaciones falsas y en boca del Vicepresidente graves porque es bastante imprudente mostrar el estilo de Gobierno que tenemos y que podríamos tener en caso de que el Vicepresidente tuviera una campaña exitosa», dijo Collins.
Sin embargo, aseguró que desde la empresa contratista no se apelaría la decisión tomada por Invias porque según él «no hay chance» de nada por la forma en la que el director de esa entidad, Carlos García, presentó la decisión de caducar el contrato.
«Por la forma en que está actuando el director del Invias no hay chance de nada, no nos dejaron hablar, nos atropellaron no nos dejaron presentar pruebas entonces no hay nada qué hacer, son órdenes de arriba y las órdenes se cumplen», afirmó.
Así mismo, Collins señaló que se mantendrá al frente de lo que ocurra con el túnel ya que las obras estarían listas para terminarse en 30 días, asegurando además que es justamente por el poco tiempo que le quedaban a las obras que el Gobierno decidió acelerar el proceso de caducidad.
«Yo, personalmente, voy a quedarme cuidando lo que se está haciendo en el túnel que se podía terminar en 30 días porque precisamente eso fue lo que precipitó la decisión de acabar el contrato porque se les acaba el caballito de batalla de que no había túnel. Me quedaré cuidando lo que hay porque ya está en 92% finalizado», insistió el contratista.
Collins denunció también que todo lo relacionado con el proceso de caducidad se debe, según el, a los intereses del vicepresidente Germán Vargas Lleras.
«Desde le principio de este proceso tengo identificado de dónde vienen los enemigos, son de Cambio Radical, un Alcalde, un Gobernador de la zona donde está el túnel y, por supuesto, del jefe de Cambio Radical que es el Vicepresidente», afirmó.
Agregó que «yo nunca tuve problemas con el señor Vargas Lleras, pero el 15 de junio, el día de las elecciones, me mandó un mensaje con mi nieto de que me iba a acabar los dos contratos que yo tenía», asegurando además que la actitud del Vicepresidente de la República se debe a que tiene intereses personales en las contrataciones de las obras del país.
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