“Las 4G no pararon y están más vivas que nunca”, Mintransporte
El Ministro de Transporte defiende su gestión, responde a los críticos del Gobierno y señala que la actual administración revolucionó el mapa de infraestructura del país. Se comprometió con que el presidente Juan Manuel Santos inaugurará el túnel de La Línea.
Este no ha sido un año fácil para ningún sector; menos para el de infraestructura. El escándalo de Odebrecht, las demoras en los cierres financieros de alguna parte de las obras de 4G, los desafíos por cuenta de comunidades y licencias ambientales y las polémicas jurídicas con los propios consorcios han generado un manto de dudas sobre el futuro del que es el más ambicioso plan de obras públicas de la historia de Colombia.
Si a eso se le suma, como lo asegura el ministro de Transporte, Jorge Eduardo Rojas, que el Gobierno tiene enormes problemas para comunicar sus logros, el panorama tiende a parecer muy oscuro.
Sin embargo, Rojas considera que lo que tiene para mostrar este gobierno no es solamente “mucho”, sino también “histórico”.
“Estamos construyendo un nuevo mapa”, señaló, al destacar que ya en muchas partes del país se empiezan a notar los cambios por las carreteras que están siendo construidas.
Según él, es claro que ha habido dificultades. Reconoció que la banca puso freno de mano a los desembolsos cuando se desató el escándalo de Odrebecht, lo que implicó demoras en los procesos de cierre financiero; sin embargo, explicó que el asunto quedará destrabado próximamente, cuando dentro de la liquidación del contrato se empiecen a hacer los pagos al sector financiero.
Rojas asegura con énfasis que “las 4G no pararon y están más vivas que nunca. En el primer trimestre del año fueron invertidos $1,24 billones, más que en el mismo periodo del año pasado y la meta es que sean $7 billones en el total del año”. Para él, estos recursos privados están moviendo buena parte de la actividad económica en la actualidad.
Falta de planeación
Otra de las críticas al programa de obras del gobierno Santos es que, a pesar del esfuerzo de planeación, no se pudieron evitar los problemas que habían mostrado las olas anteriores de infraestructura. Esto queda en evidencia por los líos con comunidades, licencias ambientales y litigios con los consorcios, que se suponía iban a quedar superados gracias a la nueva estructuración de los contratos de concesión.
Rojas no lo ve así, y dice que las disputas por el desarrollo de las más grandes obras de infraestructura que ha desarrollado el país son corrientes y de lo que se trata es de resolverlos de la mejor manera posible. Puso como ejemplo dos casos específicos. Primero, en un tramo de la Puerta del Hierro-Cruz del Viso se presentó una controversia con Sacyr respecto a la situación del material encontrado en la vía, porque le generaba sobrecostos al constructor. El tema pasó a la instancia del amigable componedor, que le dio la razón al Estado. Así que el tema quedó superado y el consorcio tuvo que asumir y resolver ese problema.
Otro es el caso de la vía Armero-Cambao-Manizales, donde la disputa con el consorcio tiene como origen la decisión de la dirección de Parques Naturales del Ministerio de Ambiente de ampliar una zona de reserva, que incluyó un tramo de la vía concesionada, razón por la cual no se podrán hacer obras mientras se mantenga la decisión. Según el Ministro, a este tema le están buscando una salida y se adelantan análisis al interior del Gobierno para encontrar un consenso sobre qué medidas adoptar.
El alto funcionario señaló que circunstancias como esas se presentan por el desarrollo natural de las obras y que se trata de resolverlas rápida y eficientemente, y dijo que el Gobierno no está cruzado de brazos en este frente.
Rojas aseguró que el Gobierno viene desarrollando este plan desde hace seis años y las metas se están cumpliendo paulatinamente. “No estamos construyendo carreteras, estamos construyendo corredores logísticos”, explicó, al hacer énfasis en que la administración hizo un plan vial histórico y lo ha venido desarrollando, con el afán de hacer más eficiente el transporte y la logística en el país.
“Este es el sector donde los planes más se han seguido al pie de la letra. Aquí sí ha habido planeación”, dijo, y recordó que desde la administración del ministro Germán Cardona, pasando por las de Cecilia Álvarez y Natalia Abello, se han planteado propuestas bien diseñadas y que se han venido desarrollando a pesar de los problemas.
Tres revoluciones
En consideración de Rojas, este Gobierno ha desarrollado otras tres estrategias con resultados históricos. La primera es la revolución de los aeropuertos.
“No creo haber visto una estrategia aeroportuaria como la que ha impulsado este Gobierno. El desarrollo también va en avión”, señaló.
Prueba de ello es la tendencia de viajeros que ha tenido crecimientos exponenciales. En 2010 en total hubo 19 millones de viajeros; en 2016, 36 millones y se espera que este año lleguen a 37,2 millones.
Por aeropuertos, realizó el siguiente balance: en el de Cali han sido invertidos $183.000 millones y el desarrollo de las obras va en 85%; Rionegro, $350.000 millones y va a 84%; El Dorado $1 billón. En total han sido $4,3 billones en modernización de aeropuertos en todo el país. Estos recursos han llegado también a aeropuertos pequeños, como los de Quibdó y Carepa, y anunció que ya fue aprobada una inversión en el de Popayán.
El segundo giro radical se está dando por el lado de los puertos. En este frente, los privados han invertido cerca de $4 billones.
Destacó el caso de la concesión para recuperar la navegabilidad del Río Magdalena, que no se pudo sacar adelante por la falta de cierre financiero, en medio del escándalo de Odebrecht.
Según el funcionario, la nueva concesión del río Magdalena quedó “mejor que la anterior”, porque incluye, entre otras cosas, la recuperación y mantenimiento de los tajamares en Barranquilla y mayores facilidades para las operaciones de giro de las embarcaciones. Además, el contratista deberá comprometerse con el dragado permanente en la zona de la desembocadura del río. Para Rojas, la adjudicación de este contrato, que vale cerca de $2 billones, deberá ocurrir entre enero y febrero de 2018.
La otra revolución es la del transporte terrestre. Según explica, la principal de ellas está por el lado de la carga, porque se puso en regla el proceso de chatarrización y, gracias a una nueva normativa, por primera vez en muchos años se está empezando a reducir la oferta. Esto es posible gracias a un proceso de normalización de camiones ilegales; este año ya han salido de circulación al menos 1.000 vehículos, de los 7.000 que se espera salgan del mercado en los próximos años.
Destacó también la actitud del Gobierno frente al tema de las plataformas tecnológicas y señaló cómo en Bogotá ya está listo el nuevo servicio de lujo que empezará a funcionar en los próximos meses. Para él, “en vez de decirnos, como siempre, que cuándo legalizamos la plataforma, por qué no le preguntan a la plataforma cuándo se va a legalizar”.
En consideración del funcionario, donde se mire, el gobierno Santos tiene obras para mostrar: el Puente Pumarejo, la vía entre Cartagena y Barranquilla (Concesión Costera), las autopistas Pacífico I y II. Por eso, insiste en que esta administración va a pasar a la historia por todos esos proyectos.
De hecho, se comprometió con algo que podría ser uno de los hitos en la historia de la infraestructura colombiana: “El presidente Santos inaugurará el túnel de la Línea; para entonces la mayor parte de las obras ya estará lista”, señaló.
La historia dirá si el ministro Rojas tiene la razón sobre el esfuerzo que está desarrollando el actual Gobierno o si, como creen los críticos, se trata de otro paquete de proyectos que dejará nuevamente al país en obra gris. El tiempo lo dirá.
Fuente: revista Dinero
Imagen: Archivo Revista Dinero