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Así le fue a la ciudad en hábitat urbano en 2014

Resaltan las pérdidas de agua no contabilizada del Ibal que superan el 40 por ciento, el incremento constante del parque automotor y la regular calidad del agua que consumen los ibaguereños proveniente de los ríos Opía, Coello y Totare.

 El hábitat urbano se constituye en uno de los ejes fundamentales a la hora de analizar el estado de la calidad de vida de la población, por ello el Programa Ibagué Cómo Vamos llevó a cabo el siguiente análisis.

¿Cómo Vamos en Vivienda?

Según el Censo de Edificaciones efectuado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en Ibagué para 2014 la construcción de nuevas unidades de Vivienda de Interés Prioritario (VIP) aumentó de 236 en 2013 a 337 en 2014.

Del mismo modo las viviendas de carácter comercial (No VIS) aumentaron sus unidades de vivienda iniciadas, pasando así de mil 554 a dos mil 20 durante el mismo periodo.

Por su parte las Viviendas de Interés Social (VIS) presentaron un descenso de 195 unidades, registrando un total de dos mil 802 unidades iniciadas en el último año. Frente a la composición de las viviendas nuevas durante 2014, las VIP representaron el 6.53 por ciento; las VIS el 54.31 por ciento; y las No VIS, el 39.15 por ciento.

¿Cómo Vamos en Servicios Públicos?

De acuerdo con la información suministrada por la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado (Ibal), los suscriptores al servicio de acueducto se han incrementado desde 2008, alcanzando los 121 mil 806 suscriptores en 2014, es decir, 21 mil 368 usuarios más.

De este modo, la cobertura en acueducto fue de 103.55 por ciento y de 100.28 por ciento en alcantarillado.

Sin embargo y a pesar de esta cobertura la continuidad del servicio de acueducto sigue siendo limitada, pues en 2014 esta fue de 20.98 promedio horas por día. Adicionalmente, el Índice de Agua No Contabilizada (Ianc), ascendió al 42.18 por ciento, superando los límites permitidos.

Respecto a la calidad del agua de la ciudad, la información entregada por la Secretaría de Salud municipal indica que de los 33 acueductos que suplen a la ciudad del servicio de agua, tan sólo el Ibal con un Irca del 0.31 por ciento, ofrece un agua de buena calidad y sin riesgo para el consumo humano.

Con respecto al servicio de energía eléctrica y de acuerdo con la Compañía Energética del Tolima (Enertolima), este servicio registró 127 mil 233 suscriptores en 2008, desde entonces el número de usuarios tiende a crecer, hasta reportar 163 mil 423 usuarios y una cobertura del 99.73 por ciento en 2014.

En cuanto al gas natural, se evidencia un incremento paulatino en el número de suscriptores desde 2008 hasta 2014, año en el cual se reportaron 127 mil 507 usuarios suscritos a este servicio y un incremento del 5.43 por ciento con respecto a 2013. La cobertura del servicio se mantuvo en el 99.97 por ciento.

En cuanto al Internet, para 2014 se registró incremento de 10.88 por ciento con respecto a 2013 en el número de suscriptores en Ibagué, aumentando de 80 mil 27 a 88 mil 732 usuarios.

Dicho aumento se ve reflejado en el índice de penetración de Internet fijo en la ciudad, que fue de 16.79 por ciento en 2014, cifra dos puntos superior a la registrada en 2013.

Movilidad, más allá de las cifras

Según el experto en movilidad y docente de la Universidad de Ibagué Édgar Jiménez, este es un aspecto determinante para la vida en las ciudades.

“Los humanos nos movemos para suplir diversas necesidades y también requerimos que los productos se muevan para que puedan llegar a nuestras manos”, dijo.

Y agregó que “a medida que cada vez más personas vivimos en las ciudades que continúan creciendo, los problemas asociados a la movilidad se convierten en una limitante para el desarrollo y la calidad de vida”.

De acuerdo con Jiménez, para superar esas limitantes se hace necesario pensar en la movilidad como elemento esencial en las ciudades y, más importante, pensar en las ciudades como espacio de encuentro de personas. “Con esta perspectiva debería ser más claro entonces que la movilidad debe estar pensda para las personas (y los productos también), los ciudadanos, y no únicamente como un problema de flujos vehiculares”, afirmó.

Su análisis muestra que para 2014 y conforme a los datos suministrados por la Secretaría de Infraestructura, Ibagué disponía de 2’400.000 m2 de calles (espacio para el tránsito de vehículos) que conforman su malla vial.

De ese total, el 40 por ciento estaba en buenas condiciones, el 21 por ciento en regular estado y el 39 por ciento en malas condiciones.

Entre 2013 y 2014, 156 mil m2 pasaron a estar en buen estado y 26 mil 400 m2 dejaron de tener mal estado, lo que indica que, a diferencia de 2013, en 2014 había ligeramente más calles en buen estado que en malas condiciones.

Accidentalidad 

En términos absolutos, en 2014 ocurrieron más accidentes que en 2013 (653 contra 627). Sin embargo, teniendo en cuenta el crecimiento del parque automotor, en términos relativos hubo una pequeña mejora.

En 2013 ocurrían 46 accidentes por cada 10 mil vehículos, mientras en 2014 la cifra se redujo a 43. La mortalidad, en cambio, sufrió una reducción más significativa pasando de 60 muertes por accidentes de tránsito en 2013 a 32 en 2014, pese al incremento leve en los lesionados, de mil 29 en 2013 a mil 87 en 2014.

La mayoría de accidentes ocurrió en 2014 alrededor de las principales vías de la ciudad, por lo tanto las principales causas de los accidentes (según los reportes de la Policía) son las esperables en un entorno urbano.

De los 653 accidentes en 2014, 27 por ciento ocurrió porque alguno de los involucrados no respetó la prelación de otro. En 24 por ciento de los casos la causa no fue determinada específicamente (es decir, fue catalogada como “otra”).

La tercera mayor causa de accidentes, el 15 por ciento en 2014, fue “cruzar sin observar”; lo cual plantea un interrogante respecto a si la ciudad se concibe para las personas o para los vehículos y llama la atención para desarrollar iniciativas y políticas que mejoren las condiciones y seguridad de los peatones.

¿Cómo Vamos en Medio Ambiente?

Con respecto a la calidad de agua superficial, la información suministrada por la Corporación Autónoma Cortolima muestra que la cuenca del río Opía que surte de agua a Ibagué, Piedras y Coello presenta un ICA del 0.55, lo cual se traduce en agua de regular calidad.

La cuenca del río Coello, por su parte, presenta un ICA de 0.69, por lo cual es posible decir que su calidad también es regular, mientras que la cuenca del río Totare registra un ICA de 0.79, con agua de calidad aceptable.

Por lo anterior, es importante  que las entidades encargadas de la recuperación de estas fuentes hídricas promuevan acciones puntuales y eficientes, a fin de evitar el continuo detrimento ambiental y lograr su recuperación.

Parque automotor 

En lo relacionado con la flota de vehículos matriculados en Ibagué (un indicador más o menos representativo del número de vehículos que efectivamente circula en la ciudad) se observó que ésta continúa creciendo a un ritmo significativo desde 2008.

Al finalizar 2014 había 151 mil 693 vehículos registrados en Ibagué, un incremento del 11.1 por ciento respecto a 2013, así mismo, es importante resaltar que al continuar esta tendencia es muy probable que entre 2015 y 2016 el parque automotor matriculado duplique al registrado en 2008.

En cuanto a la participación de los diferentes tipos de vehículos en el parque automotor se observó que ésta no ha sufrido grandes cambios entre 2013 y 2014, pues las motocicletas continúan siendo el medio más representativo, con una participación del 54 por ciento, seguido de los automóviles (incluyendo camperos y camionetas), con un 40 por ciento.

Según datos del Dane, la flota de transporte público colectivo de Ibagué ha venido presentando una reducción ligera pero constante a lo largo de los últimos años.

En 2014 se contaba con mil 51 vehículos, de los que las busetas representaban el 86 por ciento. En total, la flota se redujo un 2.8 por ciento con respecto a 2013, año en el que había mil 82 vehículos.

Igualmente, la flota en servicio (los vehículos que efectivamente circulan diariamente transportando pasajeros) también ha presentado reducciones similares.

En 2013 había 970 vehículos en servicio, mientras en 2014 se contaban 955, de ellos el 89 por ciento corresponde a busetas. Estos datos son consistentes con la información de la Secretaría de Tránsito, respecto a la participación de este tipo de vehículos en el parque automotor de la ciudad.

La reducción en la flota refleja los esfuerzos de autoridades y empresas en los últimos años para reducir la sobreoferta y aumentar la eficiencia del transporte público colectivo.

En 2014, además, esto significó una recuperación de la demanda, que en los últimos años venía decreciendo.

En promedio, para el último trimestre de 2014 se movían 6.08 millones de pasajeros por mes utilizando el transporte público, un tres por ciento más que los 5.90 millones de pasajeros por mes reportados en el último trimestre de 2013.

Los seis millones de pasajeros por mes representa más o menos un nivel equivalente al alcanzado en 2011, aunque con más vehículos.

Lo anterior significa que la productividad por vehículo también ha aumentado con consistencia durante los últimos años (desde 2011), principalmente motivada por la reducción en el número de vehículos en servicio.

Según datos del último trimestre de 2013, cada vehículo movía en promedio seis mil 80 pasajeros por mes, mientras que en 2014 la cifra se incrementó a seis mil 361 pasajeros por vehículo por mes, es decir un incremento del 4.6 por ciento.

Estas ganancias de eficiencia deberían servir para incentivar la construcción de políticas y medidas para mejorar también el servicio en términos de confiabilidad, cobertura y confort.

De esta forma se podría incentivar el uso del transporte público y satisfacer las necesidades de movilidad, como una alternativa más tendiente a aliviar la saturación en la capacidad de algunas vías.

Origen: El Nuevo Dia

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